Allí estábamos, besándonos en cada semáforo en rojo con He Wont Go de Adele de fondo.
Y hasta ese momento no había sabido lo que era sentirse viva de verdad.
Cogí un tren solo de ida, con poca cosa en una maleta roja porque ya tenía todo lo demás.
¿Y con qué me encontré? Con amaneceres en tu pecho, con el vello erizado, con caricias bajo el edredón, con palabras bonitas y a la vez reales.
Y no sigo porque realmente lo único que no he tenido en estos diecisiete meses es soledad. Ni un solo segundo desde que cambié mi casa por la tuya, desde que respiré este nuevo aire me he sentido sola.
Despertar a tu lado cada mañana es un placer.
Pasar estas segundas navidades contigo un honor.
FELICES FIESTAS, MI AMOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tu huella...