martes, 26 de abril de 2016

NUESTRA HISTORIA

Como ayer te dejé trastocado con mi cuento te voy a regalar uno a ti, para ti solo, de los que creo si que te gustan.
Más que un cuento es una historieta, pero no de esas empalagosas de los sábados por la tarde en A3, ni de las que me gustan a mi pero que nunca puedo ver contigo. Mi historia es de verdad.
En estas no se comen a las perdices al final del cuento (pobres animalets), no existen promesas forever, los te quiero no se regalan así porque sí. Es una historia sin formalidades, que caduca hoy porque mañana puedo escribir más.
En ella habrá sin duda fríos para que me dejes tu jersey, deseos de comerte, heridas para que las beses e ideas locas de hadas.
Te doy también un vuelco de estomago repleto de alegrías deseosas de abrazarse a ti. 
Sin un día no estás conmigo y me echas un poquito de menos y no me lo quieres decir lo puedes usar.
De verdad, puedes despertarlo cuando quieras (pero recuerda que al ser mio seguramente tenga la mala leche que me gasto cuando madrugo).
Bueno he aquí mi regalo para ti. 
Pero quiero pedirte algo a cambio. Quiero que me regales un continuará. Yo pongo la historia.

domingo, 14 de febrero de 2016

FELIZ SAN TONTÍN

Cuando te vi pensé: "ojalá" pero no podía evitar mantenerme alerta, por si acaso... por si el pasado.
Pero apareciste tú y sin tener que pedírtelo desnudaste todas mis dudas beso a beso.
Y ya nunca más vuelve a llover dentro de mi y regresa la risa.
Y lo único que deseo es verte sentado a mi lado en el sofá mientras vemos series malas y películas que luego me dan miedo y entender así que suerte no es pedir un deseo cuando se te cae una pestaña, suerte es amanecer cada día a tu lado.
Suerte es que me beses y me sienta como esa afición que va de madrugada a recibir a su equipo de fútbol después de ganar la liga con un gol en el último minuto.
Suerte es cogerte de la mano y gritar que sí a la vida y saber que jamás veré algo tan bonito como tú llevando esa sonrisa.
No es por todas las promesas de futuro.
No es por como me despiertas con cuidado después de una migraña.
No es por esos detalles tan bonitos como mis canciones favoritas en tu coche.
Es porque incluso las golondrinas de Bécquer hubiesen vuelto de donde estuvieran con tal de oírte pronunciar mi nombre.


Y vosotros, los que no creéis en el amor... que tontos que sois. Si de verdad sentís eso es que os lo están haciendo muy mal.


lunes, 26 de octubre de 2015

GENTE QUE VIENE (Y QUE BIEN)

Cada vez que te miro me inflo de felicidad y la sonrisa se me escapa de la boca,  los suspiros del alma e incluso, a veces, se me escapan las lágrimas ante este amor tan maravilloso que siento.
Gracias a ti hoy conozco cosas de mi que ni imaginaba, me das tanto y para siempre que si existiese un libro de mi vida estarías ya en la mayoría de los capítulos (y hasta mi final)
No quiero dejar de quererte nunca , quiero seguir haciéndolo para siempre como hoy... así cada día de mi vida.
Estoy enamorada de ti porque lograste que acabase enamorada (un poco) de mi, porque nunca pretendes cambiarme y siempre me quieres así como soy (caótica y desordenada inclusive).
Mis bolsillos estaban repletos de motivos para huir y a ti no se te ocurrió otra cosa que mandar mariposas a agujerearlos y a pajarillos para que se los llevasen lejos.
Yo tan sensible e impulsiva.
Tú tan fuerte y guapo.
Las bromas que dañan a ti no te hacen gracia y si te enfadas tienes el genio de trescientos hombres.
Y creo que ya lo sabes pero tu elegancia explota cuando sonríes y estoy convencida  de que en otra vida fuiste rey (ahora lo eres en la mía).
Te quiero hasta cuando la tristeza oscurece tus pupilas. Te quiero cuando te dejas la piel en un abrazo y cuando te vuelves escudo para proteger a quienes aman.
Bailas conmigo en el coche, me haces fotos mientras recojo conchas en la playa y vuelvo a ser niña otra vez. Te quiero porque  me sigues en mis locuras y esas risas nos hacen más valientes.

Te quiero porque a veces la magia existe...


                                                                 y tú 
                                                                       eres 
                                                                              completamente 
                                                                                                           verdad.



miércoles, 12 de agosto de 2015

SOBREVIVIENDO A AGOSTO A TU LADO







Se me atragantan las letras de un tiempo a esta parte. Se me atascan las palabras. No por que no tenga nada que decirte. Aquí nada ha cambiado. Te quiero y eso no puede cambiar jamás.
Son las 23:26 de un miércoles y te escribo sentada a tu lado aunque no sepas (o sí) que te estoy escribiendo. 
No me salen florituras. Cada vez que te miro no puedo pensar en nada que no sea en cuanto te quiero. Ya me he acostumbrado a despertarme (a madrugar!!) junto a ti. Ahora los lunes son menos lunes porque desde hace tres años tengo a quien escribir cuando las musas me acompañan. Y eso me hace quererte.
Otra cosa que hace que te quiera es tu manera de mirarme, como si fuese imposible que mirases a ninguna otra. 
O los besos en el codo de madrugada medio dormido.
Te quiero además egoístamente porque cuanto más lo hago mejor me siento, más feliz soy.
Te quiero por como huele el champú en tu pelo, por como saben los chicles de fresa en tu boca, por como se esconde la luna cuando llegamos a la playa, por como se rinden las estrellas ante tu risa, te quiero porque me lo merezco, porque sin que creamos en demasiadas cosas hay una en la que siempre podremos creer: en nosotros.
Te quiero por tus palmadas en el culo al salir del ascensor, por acariciarme como si fuese a romperme y acto seguido abrazarme tan fuerte que creo que me vas a desmontar.
Escribo y voy borrando. Edito y deshago.
Pienso en mi hace diez años y creo que no podría haber una mejor versión mía. Y eso me hace feliz cada día. Y eso, creo, te hace feliz a ti.

miércoles, 13 de mayo de 2015

TE HICE SONREÍR HOY?


Yo me bebo mi café caliente aunque sea verano y a veces tardo más en preparármelo que en bebérmelo. Sin embargo tú prefieres leche sola y fría y sin nada de azúcar.
Somos tan diferentes. Tú duermes poco y te encanta madrugar y yo puedo dormir horas y horas y siempre me cuesta un mundo despertarme.
Yo nunca sé donde dejo las cosas y soy nerviosa. Tú siempre con todo bajo control. A veces tú no tienes ganas de sonreír y yo lo paso fatal porque mi misión en esta vida es conseguir que no te duermas ni un día sin una sonrisa al menos.
Algunas de nuestras diferencias nos complementan y equilibran nuestra balanza y tampoco es que no coincidamos en nada. Nuestros corazones laten a la par y esto, sin lugar a dudas, es lo más importante.
No cambiaría ni un solo pelo de ti.
Tus abrazos son de esos que duelen tanto que curan, que llenan mis vacios aun cuando no sabía que algo me faltaba.
Tú sonrisa y esa forma tuya tan especial de ver la vida es la razón de mi sonrisa en cuanto oigo tu llave en la puerta, nada más te veo aparecer…
Llegas tú y haces que recuerde con alegría mi día más gris. Que sonría cuando me regañas porque nunca sé donde dejo las gafas, ni las llaves… y es que nadie me regaña con tantísimo amor.
Hace que cuando alguien hable de un primer beso las mariposas aun revoloteen en mi interior. Sin ser el tuyo el primero haces que no recuerde ninguno más.
Siempre te faltan horas al día y me encantan tus ganas de comerte el mundo (quien fuese mundo!) y nunca me dices que deje de hacer la payasa. En lugar de eso te pones a hacer el tonto conmigo.
Cuando vengo a ver a mis perritos haces que te eche terriblemente de menos aunque solo sean dos días y me paso las horas mirando el móvil por si tu nombre aparece en mis mensajes.
Llegaste volteando mi vida, cambiando todos los cimientos y reconstruyendo una preciosa historia donde solo había cascotes.

Una historia de amor tan bonita, tan llena de bromas que solo entendemos nosotros, de largas conversaciones sobre cualquier tema, de caricias en la espalda, de almas gemelas. Una historia de cucuruchos de chocolate una tarde cualquiera, de almuerzos con vistas al mar, de cosquillas en la cama. Una historia llena de dar sin querer nada a cambio, con una sonrisa basta. Pero sobretodo una historia llena de abrazos fuertes, reconfortantes. Y que maravilla. Tú. A mi lado.

lunes, 23 de marzo de 2015

NUESTRO VIAJE

Hoy he soñado con nosotros. He soñado que viajábamos en barco y me he despertado con una sonrisa.
Ni la lluvia golpeando el cristal incansable ha podido borrarla de mi cara.
Me he preparado café y me he acurrucado en el sofá a imaginar como sería nuestro viaje.
Principalmente me gustaría que fuese largo. Aunque las olas nos alcancen y hagan que nuestros ojos enrojezcan, aunque nos provoquen sed.
Y da igual si tenemos que tomar pastillas para no marearnos. No importa si algunos días el viento hace que no podamos mantenernos en pie.
Da igual todo porque juntos somos fuertes. Juntos nuestro mástil será grande, fuerte, será imposible romperlo.
Nuestra bandera será una fotografía que llevaremos siempre en el interior del abrigo a salvo de cañones, de anzuelos, de piratas malvados. 
Una foto que hará que no olvidemos que estemos donde estemos siempre estaremos en casa, que hará que sintamos ese calor aunque no haya fuego cerca.
El timón lo agarraremos tan fuerte que ningún iceberg partirá nuestro barco.
Le pediremos deseos a las estrellas de mar y ellas los harán realidad por imposibles y disparatados que sean.
Por la tarde lanzaremos al mar botellas con canciones dentro y las sirenas las cantarán para nosotros por las noches mientras bailamos.
Y que más da si una noche la luna decide esconderse cansada del mundo. Qué más da si tú eres mi luz. La que más alumbra. La única que me guía.
Eres la brújula que nunca señala el norte, eres la X en todos mis mapas.
Y mi ancla, no lo dudes, solo se amarra en ti.


                                                         (Fotografía de Javier Vázquez)

jueves, 12 de febrero de 2015

QUE FÁCIL ES

Y  es que tú todo lo haces fácil…
Fácil como quien infla un globo y lo hace explotar antes de que salga volando y se pierda en el cielo.
Así, con esa facilidad, hiciste que perdiese todos mis complejos.
Gracias a ti hoy me quiero un poco (mucho) más. Casi, casi lo mismo que te quiero a ti pero no tanto porque sencillamente eso no podría ser nunca.
Fácil como quien vuela una cometa… así hiciste que mis miedos volasen, (alto, lejos…) que desnudase mi alma ante ti, que no dudase en decirte donde estaban mis heridas, que no tuviese miedo de que hurgases en ellas.
Llegaste hasta mi contándome algo de que a la vida hay que plantarle cara, que si quiero (con esfuerzo y ganas) puedo, que a los problemas se les mira con optimismo porque no nos queda otra. Que cuando todo se nos venga encima tenemos que reengancharnos al mundo en una carcajada y con ella tomar impulso y volver al exterior.
Me has vuelto más positiva a mí que no veía color ni en  la sonrisa más deslumbrante.
Hay abrazos (de esos tan fuertes) que parecen que te rompan. Así tú pero en vez de rompiendo curando heridas (salvando vidas).
Muchas veces te he dicho lo pequeña que me siento a tu lado, que me daba miedo no estar a tu altura… Y tú, en lugar de sacar provecho de esto, eres capaz de enterrarte hasta la cintura para mirar el mundo desde donde estoy yo.
Y qué pena, mi amor, que no puedas verte sonreír mientras lees esto, mientras me hablas de ese proyecto que tienes ahora entre manos o cuando coges a Javierin en brazos.
Que pena porque es en esos momentos donde tu rostro es la escena más hermosa que nunca se haya visto en una pantalla de cine.
Y encima me dices (TÚ A MI!!!! ) que te hago la vida fácil, que te hago muy feliz,  qué suerte haberme encontrado.

Mi amor, tú me hablas de suerte? Tú que desde que llegaste a mi vida los gatos negros me dedican una sonrisa al verme pasar?