Desde que llegaste a mi vida
he aprendido tantas cosas...
Ahora sé que cuando sonríes
no solo estas demostrando felicidad (o intentándolo), que a veces sonreír es
una manera de tomarse la vida.
Desde que llegaste a mi vida
he descubierto que los detalles sencillos son los que más feliz te pueden
hacer.
Desde que llegaste sé que en
ocasiones en un abrazo sentimos cosas que jamás hubiésemos sentido en mil
besos.
Ahora sé como hacerme grande
si tú te haces pequeño.
Aprendí a dar abrazos de
verdad y no limitarme a rodear con mis brazos.
Desde que llegaste a mi vida
nada ha cambiado fuera. Valencia sigue llena de personas que no sonríen, leer
sigue siendo para muchos una perdida de tiempo y muy pocos tienen el valor de
luchar por el mañana.
Y
yo
soy
feliz.
Y tampoco yo he cambiado
tanto. Continuo siendo un poco desastre, sigo sin saber donde dejo las gafas (y
las llaves!), a veces le hecho sal a los batidos y el escritorio está hasta
arriba de mis trastos.
Desde que llegaste a mi vida
las cosas malas siguen siendo malas. Los días pasan lentos ahora y el cansancio
a veces pesa de más.
Pero tú estás a mi lado. Y
con eso me basta.
¡Es hermoso lo que escribiste, Moni! Muero del amor y la ternura...
ResponderEliminar¡Aguante el amor que se tienen,che! Son fanática de ustedes :)
¡Beso grande!
Los dos uno y otro formáis un firmamento. Un abrazo para cada uno de los que van con cariño.
ResponderEliminarHola! ya estoy aquí otra vez, he estado unos días fuera y antes de volver a marcharme he querido dejar un cesto de abrazos.
ResponderEliminarSi ésto no es AMOR... qué otra cosa podría ser?
ResponderEliminarAbrazos desde este lado del Atlántico