BIOGRAFIA

No sé si son delirios a causa de esta fiebre que no se me acaba de ir (“no cariño, tú ya estabas así de loquita antes” te escucho decir) pero la cosa es que estaba pensando que me apetece escribir una biografía. No ahora, claro. Cuando tenga muchas cosas que contar. Además ya he pensado que quiero que la forma sea la de una carta (o varias) y que escribiré de noche mientras cuido de tus sueños y recojo esos que se te caen.

La dividiré en dos partes. La primera te la leeré mientras tienes los ojos cerrados y tú después me contarás si lo hice bien mirando a través de tus ojos. Todo esto al amanecer.

Después te besaré las sienes, los ojos, la frente, los labios.  Nuestras manos frías jugarán debajo de las sabanas, sonreiremos con timidez entre gemidos que no se pueden controlar, suspirando después de alcanzar el límite en esa mañana de finales de otoño. Después empezaré a leerte la segunda parte.

“¿Qué te parece?” te preguntaré “Espero haberte descrito aunque sea la mitad de perfecto de lo que eres en realidad.”

Volveré a acurrucarme a tu lado en la cama te besaré y las palabras de la biografía bailaran por la habitación, flotarán transparentes, sin nada que ocultar. Y sonarán a amor. A amor de verdad, puro.

Entonces sabré que lo he hecho bien. Que he contado como quería la única historia importante para mí. La nuestra.

Espero que te guste.

                                                                            (Fotografia Javier Vazquez)