MIENTRAS NO SUELTES MI MANO

La navidad tiene magia. Y es posible que sea eso. O los villancicos, las lucecitas que alumbran las calles… pero todo empieza a tener mucho sentido.

Estoy dispuesta a vivir este invierno de la mejor forma posible: de tu mano. Empecemos con la navidad, me muero de ganas de pasear contigo por debajo de los decorados que adornan Valencia. No importa nada más mientras no sueltes mi mano.

Está todo tan bonito que me gusta pensar que las luces, los edificios y los latidos de nuestra ciudad son porque saben que nos amamos demasiado.

Te esperaré en casa impaciente sabiendo que cuando vuelvas me llenarás de abrazos llenos de magia, de los que curan males y alejan el frío. Prepararé chocolate caliente, lo único que necesitamos para trasladarnos a nuestra nube a soñar con todos los viajes que tenemos pendientes. Espérame en cada cafetería al otro lado de las montañas. Luego volaremos hasta tocar el cielo con las manos y llegaremos cerrando los ojos a cualquier sitio aunque a veces nos pille la lluvia por el camino. Entonces te convenceré de que mi lugar preferido está en tu pecho.

Es el momento de leer palabras de otros, hacer fotos a la lluvia y merendarnos a besos.

Invierno, adelante. No me das miedo. Bienvenido.

Nos quedan tantas cosas por vivir y los tres meses del invierno pueden ser bien largos. Lo que sé seguro es que ahora todo es posible… mientras no sueltes mi mano.