viernes, 4 de enero de 2013

CARTA A LOS REYES MAGOS


Visitando esta mañana el blog de Ester ( http://presentaciones-ester.blogspot.com.es/ ) el cual, por cierto, os recomiendo desde ya porque es tan maravilloso que saldréis de allí saltando y brincando, me he acordado de un cuento que publiqué en mi anterior blog y que quería compartir con vosotros. Creo que merece la pena leerlo así que con algunos cambios aquí os lo dejo...



Daniel estaba muy contento. Era día 6 de enero y los reyes magos habían venido de visita. A sus 9 años esperaba ansioso ver lo que le habían dejado.
Pero, al levantarse, observó que no había ni un regalo en toda la casa. Su madre, soltera y en paro, con los ojos llenos de lagrimas y un nudo en la garganta, observaba a su hijo y esperaba tener el coraje para explicarle que su sueño no existía.
-Dani, hijo, ven. A ver ¿qué te ocurre?
-Los Reyes se han olvidado de mí…
Daniel abrazó a su madre y los dos se pusieron a llorar.
-¿También se han olvidado de ti?- le preguntó el niño.
-No hijo. El mejor regalo que yo podría tener lo tengo ahora mismo en mis brazos: eres tú. Tranquilo, yo se que los Reyes no se han olvidado de nosotros.
-¿Cómo que no? Todos mis vecinos están jugando con sus regalos y yo no.
-Dani, tu regalo te está abrazando ahora y va a llevarte a pasar uno de los mejores días de tu vida.
Y los dos se fueron a la playa. Daniel jugó con su madre todo el día: rieron, saltaron, hicieron castillos de arena, dibujaron sus nombres, cantaron villancicos, pasearon por la orilla, corrieron de las olas y volvieron a casa al anochecer.
El pequeño llegó muy cansado pero no quiso irse a dormir sin escribir a los Reyes de Oriente.

“Queridos Reyes Magos se que ya es tarde para pedirte algo así que esta carta es de agradecimiento por el regalo de hoy. Deseo que todas las navidades hagas que mi mamá olvide sus problemas, deje de estar regañona y que pueda jugar conmigo. Así pasaremos más tardes divertidas como la de hoy ¡sin necesidad de juguetes!
Muchas gracias porque mi mamá hoy no ha llorado y me he dado cuenta de que no es con juguetes como somos felices y sí con el cariño de quienes nos quieren.
Firmado: vuestro amigo, Daniel.”

Su madre fue a darle las buenas noches y vio la carta. A partir de ese día, cuando los problemas empezaban a partirle el alma, recordaba con cariño lo que es espíritu de la navidad fue para ellos. Si un niño de nueve años consiguió percibir que los mejores regalos no son materiales ¿por qué nosotros no hacemos lo mismo? Intentemos que cada día sea una fiesta, valoremos la amistad, el cariño y todo lo positivo que tenemos en nuestra vida. Al fin y al cabo al final las únicas cosas que nos llevaremos de esta son los buenos recuerdos que quedan grabados en nuestro corazón.

8 comentarios:

  1. Precioso cuento! Gracias por compartirlo!
    beso

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  2. Muy bonito. Me ha encantado <3

    A ver si tienes mas por ahí para rescatar. ;-) :-****

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  3. Es muy bonito. Qué se porten bien los reyes contigo. Un abrazo.

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  4. Es cierto, me gusto mucho la historia.
    saludos :)

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  5. Gracias por mencionarme, pero sobre todo gracias por emocionarme. Saltos y brincos

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  6. Me encanta, y cuanta verdad este mundo se ha vuelto demasiado materialista y no podemos ver que los regalos mas valiosos son los que se entregan con el corazón, el amor, la amistad, la compañía, me gusta mucho el cuento nunca lo había leído.
    Besos

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  7. Realmente es así, los mejores regalos muchas veces no se pueden tocar pero se perciben marcando la real diferencia. El amor, la amistad, la alegría y demás cosas que nos completan son uno de los regalos más valiosos... :)

    ¡Beso y abrazo Móni querida!

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  8. Feliz día de Reyes y espero que se hayan portado bien. Aquí estoy poniéndome al día de todo.... que llevo un retrasooooo!!!! Besos desde Cáceres (ya de vuelta a la vida real). MUAKSSSSSSSSS

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