PASADO, PRESENTE, FUTURO.

Desde mi cama puedo ver la luna. Parece que llevo un siglo sin ti y sin embargo solo han pasado unas horas desde que nos hemos despedido esta mañana.

Ahora, en mi habitación solo mi libreta y yo. Aquí no necesito nada más.

Después de más de un desengaño me dije: “chica no mires nunca por nadie que no seas tú” y pensaba que lo estaba cumpliendo hasta que me di cuenta de que no, de que esta vez había mirado una sonrisa capaz de derretir el corazón más helado. Una de esas sonrisas por las que harías mil locuras. De esas que te hacen sentir escalofríos cuando van dirigidas a ti.

Hoy, escribo mis sentimientos en esta libreta. Pasado. Presente. Futuro.

Del pasado lo único que recuerdo es el instante en que nuestras miradas se cruzaron. Aquella tarde de horchata y helado cerca del mar. Desde entonces mi vida es como una primavera dentro de otra primavera.

El futuro… el futuro no me importa demasiado teniendo ante mi este presente tan maravilloso, tan lleno de besos, de risas, de amaneceres enredados.  Porque definitivamente no hay final cuando no quieres que lo haya