ERES

Tenemos una historia de amor tan bonita que jo, todo el mundo debería sentir esto aunque fuese una vez.

Una historia que me parece aun mejor que las que salen en las películas románticas/moñas que tanto me gustan aunque siempre acabe llorando. Como las que narran algunos libros y hace que los devore en pocos días y me quede con ganas de más.

Eres olor a bizcocho recién hecho, a café al despertar. El olor del amor. Tu olor. A dormir a tu izquierda, sobre tu pecho, a que me sobren los motivos por los que reír. A acurrucarme contigo en el sofá cuando quiero mimos y sentirme segura.

Nuestra historia es de esas que te atrapan desde el principio, que hace que el corazón se te acelere como nunca, que te arranca sonrisas con un mensaje por la mañana y sientas que ese día ya nada malo puede pasar.

Eres como un refugio en una noche de tormenta, como una comida entre amigos. Eres ese abrazo que uno siempre necesita. Y que nunca falla.

Eres como encontrar a tu otra mitad. Eres la certeza de saber que cada cosa buena que me ocurra en esta vida la viviré a tu lado. Que cada cosa buena que consiga será algo que celebres incluso más que yo.

Y  los últimos meses me hacen añadir que eres ganas de vivir. De vivir bien, alegre. Ganas de no dejar de reír nunca.

Eres la risa que me provocan tus carotas cuando te digo ponte serio, cuando te digo lo guapo que eres. Eres esa mirada que me lanzas y que hace que no haga falta decir más.

Eres natural (como el pan), poder conversar de lo que queramos cuando queramos. Eres el que hace que yo pueda ser yo sin miedo. Y que tú seas tú tan cual.

Nuestra historia de amor bien podría ser una de esas que están en boca de todos. Y yo soy la afortunada que la vive de verdad.